El proyecto comenzó con Comotor, una fusión entre NSU y Citroën para el desarrollo y comercialización de motores rotativos.
Los pequeños Citroën M35 precedieron al Citroën GS Birotor, que a pesar de sus buenas prestaciones e imagen exclusiva, pero este motor tenía un alto consumo de combustible y una baja fiabilidad.

En principio se quería construir un autogiro personal, que acabaría derivando en un helicóptero más convencional.
Tras meses de apresurado desarrollo, el primer prototipo se levantaría del suelo la nochebuena del año 1975.
El Citroën RE-2 tenía una longitud de 7,18 metros, 2,59 metros de alto y un peso de 700 kilogramos. Era un helicóptero diseñado para dos ocupantes, de uso recreativo. Citroën quería tener su helicóptero listo lo antes posible, y con las prisas incluso tuvieron dificultades para encontrar un piloto de pruebas.
En su primer vuelo tuvieron que quitar las puertas al helicóptero, por si había algún problema técnico y el piloto tenía que saltar.

La alimentación de combustible y refrigeración fueron modificadas para adaptarlo al vuelo.
El motor propulsaba al helicóptero a una velocidad de crucero de 173 km/h y podía ascender a un techo de servicio de 3500 metros de altitud.